viernes, 8 de agosto de 2014

El rescate de especies alojadas en equipamiento urbano: un caso de inoperabilidad.

Abordo hoy este tema dando seguimiento a alguno de los posts anteriormente escritos en este espacio: el rescate de especies que debe darse ante el cambio de uso de suelo forestal (desmonte, para los más desinformados en estos temas).

Pues bien, reconociendo que existen casos donde al autorizarse dichos cambios de uso de suelo forestal, frecuentemente se propone para su rescate ciertas áreas de equipamiento urbano y áreas verdes del desarrollo en cuestión, entendiéndose por éstos los parques, camellones, etc. ; que forman en sí parte del proyecto y son áreas que por definición serán administradas por las municipalidades.

En éstas áreas, con el fin de lograr el desarrollo se invierten miles, en casos, millones de pesos al enviar individuos a su rescate, muchas veces mal entendiendo que el rescate es la supervivencia del individuo y no tanto de su valor genético: es decir, se hacen esfuerzos muy costosos de mantener vivos ejemplares maduros, cuando pueden reproducirse individuos por medios sexuales o asexuales de nuevos ejemplares pero que mantienen el valor genético de la especie removida. 
Figura 1. Camellones que actúan como receptores de especies rescatadas

Pero al final de cuentas, el tema es que estos individuos son sometidos a un estrés: de la remoción primeramente, de las obras circundantes una vez rescatado a esas superficies de destino.

Pues bien, resulta que de acuerdo a la legislación municipal, el desarrollador hace entrega del proyecto al municipio una vez terminado, para su administración y operación. Con esto, entrega las instalaciones generales del proyecto. que hablando de un fraccionamiento nos referimos a su infraestructura: calles, redes de agua, alcantarillado, parques, jardines y equipamiento urbano (además por supuesto, de la administración catastral del mismo).

Aquí es donde este asunto rebota respecto al rescate de especies, puesto que muy frecuentemente los planes municipales distan de mantener ésas áreas como santuario de especies rescatadas, y muy comúnmente son modificadas y con los años hasta eliminadas en pro de las mejoras urbanas necesarias para la comunidad.

Es el caso que durante períodos cortos de tiempo (5, 6 años) me ha tocado ver todo el proceso: el desmonte, el rescate, la entrega de vialidades, su administración, la modificación  y eliminación de estos espacios, y eliminando con esto lo que de otro modo debería ser manejado como un área reservada de modificaciones. ¿Y los individuos rescatados?, bien gracias. 

Las fotos aquí publicadas son mas elocuentes que mis propios dichos.

Figura 2. Camellones (receptores de especies rescatadas)  modificados para el desarrollo urbano.

¿Cómo ir resolviendo ésto? Es necesario que existan acuerdos (que se respeten) entre las administraciones de los tres niveles de gobierno, a fin de que incluyan en la normativa vigente nuevas categorías de áreas verdes y/o equipamientos que incluyan este tipo de reservas destinadas a mantener en sitio el valor genético de las especies removidas en la zona; y que las mismas sean respetadas e incluidas en los planes de desarrollo urbano a largo plazo que DEBERÍAN regir con toda firmeza el desarrollo de una zona urbana.

Y ya que estamos pidiendo la carta a Santa, ojalá que dentro de la normativa puedan establecerse áreas de reserva que establezcan corredores biológicos intercalados entre los fraccionamientos y áreas urbanas; de esa manera se pudiera evitar lo que durante muchos años se ha estado generando: una pérdida total de hábitats naturales que ocasionan muchos de los problemas que aquejan a una población, que van desde mayores escurrimientos de agua pluvial hasta falta de la necesaria generación de oxígeno y fijación de carbono que proporcionan las superficies verdes, que deben de actuar como verdaderos pulmones urbanos. Pero eso puede ser otro tema para discutir.